El silencio de Tórtola y Taracena
- JC, V´17
- 21 ene 2017
- 2 Min. de lectura

Las temperaturas remiten, el frío siberiano nos da una tregua.
A 4º, tras estas tres semanas a -5º, en la Plaza hace calor.
La afición del fin de semana por la bici reúne a unos cuantos a las 09.15 y a otros a las 09:30
La salida de las 09:30 nunca es hasta las 09:35
Los semáforos se aprovechan para esperar y juntar al grupo que habla mucho.
Ya en carretera empezamos suave (se sigue hablando).
El viento pestosea y da de cara.
Circular a 31 km/h con este vendabal es un triunfo.
Van pasando pareja tras pareja, rotonda tras rotonda, sin decir esta boca es mía cuando toca tirar.
En Guadalajara se aprieta sin medida y a ritmo de carrera se asciende hasta la glorieta que marca el giro de Taracena.
El grupo se parte.
Los que quedan atrás hacen el quiebro de izquierdas, saltándose el repecho, y así no pierden al pelotón.
Los más atrasados que suben hasta arriba y hacen la glorieta, pierden toda opción de continuar con la cabeza.
La mecha se ha encendido antes de llegar a Taracena.
El silencio se hace entre Tórtola y Taracena.
Los repechos hasta Tortola se hacen literalmente 'propulsados a reacción'.
Subimos a buen ritmo las reviradas curvas del monte de Tórtola para tomar la larga bajada hasta Fontanar a todo trapo.
Entramos en Tortola con la reserva y, sin parar, seguimos camino a Marchamalo.
Esta vez el viento de espaldas empuja mucho, no se baja de 45 km/h
En Marchamalo, el bar de los Torreznos está hasta arriba de ciclistas.
Nos juntamos con los veteranos que hacen piña en torno a un par de mesas.
Cuando salimos, somos más de treinta rodando a altas velocidades.
Los látigos de las rotondas rompen el pelotón.
Parecemos volar ordenados en fila de a dos.
Llegados al final volvemos a hablar.
Hasta mañana Domingo.
Se sube Los Santos.
Alcalá de Henares Cycling Culture.
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