‘’No hay en Serra Estrela más diablo que los ciclistas que lo habitan’’ SERRA ESTRELA, GRAN FONDO. P
- JC, V´18
- 9 jul 2018
- 3 Min. de lectura

Las buenas historias de terror se fraguan en la paciencia de saber contar las cosas, en saber exponer la vida de cada personaje y en mostrar los paisajes y escenarios que van a desembocar en un situación irreal dominada enteramente por una imagen.
---
Rápido.
Sentado en un bordillo parece mirar al vacío mientras observa de la piñonera de una bicicleta antes de la salida.
Perdido en su mente, escondido en el tramo del 900 a 1000 de las inscripciones.
Vestido de ciclista.
Asimétrico.
Rojo en un brazo, blanco en el otro.
Los minutos vuelan mientras las calles empedradas se llenan de roedores.
Es un gato.
Empezar atrás.
Regocijo por la batalla.
Así siente un guerrero que no habla, que no siente.
Las 08:30, comienza.
Despacio.
Los de adelante ya se han ido.
Atrás, quedan los que esquivan, los que vans adelantando bloques y mirando por cuál de ellos van,… el 800, el 700, el 600, el 500, el 400, el 300, el 200,…
No se puede ser tan estúpido.
Tirar como un iablo, que le invade el alma, por recuperar la falta de previsión que le han hecho apuntarse a última hora y dejarle en los últimos puestos de los cajones de salida.
Sus ojos, la tentación.
Sus piernas, su perdición.
Su cabeza, ordena a su corazón
Canta a 20 por hora en rampas del 8%
Se emociona en curvas cerradas tumbando con la rodilla pegada al codo y al suelo.
Se asusta al escuchar las caídas por detrás… ese ruido fino… carbono que se rompe y… cuerpos destrozados sobre el asfalto que no piden socorro.
Y a todo esto.
El diablo hablaa.
Muchos de los de atrás, llevan 40 km sin dar un puñetero relevo.
Y él,... tirando por 75 Kms, con 2.200 + en las patas a casi 30 de media.
Es la melodía del fracaso… Cuando se rompe.
No hay agua, no hay sales, no hay comida.
Pajarón,... tirones.
Dios.
¡Qué mal va!
Se siente como un boxeador contra las cuerdas, recibiendo palos de los ciclistas que antes ayudó.
Pierde metros, hace la goma, hace,… todo lo que sabe; optimiza subidas, aguanta a rueda,… arriesga en las bajadas.
Hasta que… el cuerpo, repuesto de sales y… la cabeza, sedienta de una venganza asesina diseñan el contrataque.
Sólo.
Recupera rodada.
Le miran.
Les mira.
Les dejas tirar.
A rueda, sigue recuperando fuerzas.
Ya no tiene tirones, bebe y come.
Se va encontrando mejor.
Ellos, los roedores, tras 20 Kms, pierden fuelle.
Los de atrás, que han recuperado kilómetros, se sienten fuertes para liarla.
Ataca un equipo de azul.
A muerte, se va con ellos,… a rueda.
Los ratones que antes se reían, mueren al verlos escapar.
Los roedores están desvanecidos, deshidratados, llenos de tirones en las piernas, carentes de fuerza y deseando parar en el próximo avituallamiento a reponer comida y estirar.
Mientras, vuelan subida arriba y descienden a toda velocidad.
No queda ni Dios atrás.
Objetivo conseguido.
Siguen apretando y apurando la frenada en curvas de 145 grados a 70 km/h antes de llegar a Manteigas.
Está a 25 km de meta y descansado.
El personal está muerto, acabado, el que lo ha dado todo en la subida y el que lo ha dado todo en la bajada.
Es el momento de un pensamiento: Aquí se va a decidir todo, hay que luchar hasta el final.
A ritmo creciente.
De menos a más.
¡Ataca!
Va superando ciclistas que se retuercen como serpientes para intentar coger rueda.
Ritmo implacable.
Ni un Km por hora más ni uno menos.
El que manda es él.
Una hilera de cadáveres a todo lo largo de los 25 kms de puerto van decorando las chorreras de la montaña donde paran a por agua fresca y recuperar resuello.
Este último ascenso es implacable.
Torre, a 2.000 metros de altitud, tiene una última rampa a 10 % que te deja ver la meta desde lejos.
Esprinta, épico..
Se hacen eternos esos últimos cientos de metros, mirando atrás.
Finalmente y encima del bloque de metal que te le va a medir el tiempo, deja de pedalear.
Inercia cero.
Salió moreno y con buen color a las 8:30 am.
Son las 14:30 y está blanco como la leche, con el rostro destruido por el sufrimiento.
No hay en Serra Estrela más diablo que los ciclistas que lo habitan.
JC, V’18

Comments